Armarios de madera, mantenimiento y durabilidad
El mobiliario de madera se considera una de las mejores elecciones para añadir calidez y estética a una habitación. Darle un buen mantenimiento es la garantía para conservarlo en perfecto estado durante muchos años, y, lo bueno es que no necesita de grandes esfuerzos.
Limpieza
Lo primero es asegurarse de limpiarlos con regularidad. Una toalla pequeña con un poco de agua y jabón suave servirá para quitar las manchas y el polvo, pero hay que comprobar que el paño no esté demasiado mojado para evitar dañar la madera con una excesiva humedad.
A pesar de que hay que usar productos especialmente diseñados para la madera y así obtener los mejores resultados, aplicar un jabón suave no deja de ser una excelente opción. Lo único a evitar es la utilización de productos químicos que dañen la madera.
Limpiar los armarios de forma regular ayuda a comprobar el estado general del mismo y a proteger las zonas en las que es más probable que pueda salir moho.
Mantener hidratada la madera
Las maderas se tienen que cubrir con una capa de aceite para darle una mejor protección porque, de esta manera, se evita que entre humedad, al mismo tiempo que la hidratamos. Este aceite de acabado es incluso más necesario cuando se exponen los armarios al aire libre porque ayudan a evitar el desgaste y la decoloración.
Aplicar una capa de aceite cada cierto tiempo también hace que los muebles sean más resistentes a los arañazos y más fáciles de limpiar. Además, ayuda a prevenir el moho al dificultar que penetre la humedad en la madera.
Sin embargo, lo ideal es proteger los armarios de las inclemencias del exterior. No está de más dejarlos siempre bajo la sombra para evitar la luz directa, y ubicarlos en un sitio cerrado y libre de humedad. Incluso en el interior habría que evitar la luz directa, utilizando cortinas, por ejemplo.
Darles un buen uso
No todas las maderas son igual de resistentes. Por tanto, es imprescindible no sobrecargarlos en exceso.
Si se trata de un armario pensado para almacenaje, una forma de cuidarlo es distribuir el peso de forma equitativa, sobre todo hacia los bordes.
Por último, si no queremos comprar un armario nuevo, podemos optar por cambiar únicamente las puertas de armario, una opción más económica que aportará una renovada imagen a la habitación.