La diversión de un escape room para niños

Las salas escape room se han convertido en una opción de ocio muy digna tanto para los adultos como para los más pequeños. Su funcionamiento, a medio camino entre un juego de rol y una gymkana, ofrecen la posibilidad de pasar horas y horas disfrutando de una historia de ficción apasionante a través de un personaje que, si se desea, se puede desarrollar mejor. Por esa razón cada vez son más las personas que demandan este tipo de diversión, y cada año que transcurre asistimos a una proliferación de estas curiosas y originales salas de juego.

Es cierto que estamos acostumbrados a pensar que son un divertimento más ideado para adolescentes y adultos jóvenes, tal vez por la idea de que estas salas derivan en parte de la cultura de los videojuegos. Sin embargo, no podemos negar la existencia de las escape room para niños en Barcelona, tal vez una de las ciudades de España que acoge un mayor número de salas. Para los pequeños puede convertirse en una experiencia única e irrepetible, además ideal por el hecho de que ayuda a estimular su imaginación y a desarrollar su creatividad.

Además, si se solicita la reserva de una escape room infantil en Barcelona por motivos del cumpleaños del niño o la niña, podemos invitar también a sus amigos. Las escape room son un entretenimiento colaborativo, algo importante también a edades en las que hay que desarrollar también las habilidades sociales de los niños. Si aderezamos el día con una merienda o con todos los rituales que caracterizan a los cumpleaños, como los regalos, el día mejora sustancialmente. Muchos room scape para niños en Barcelona, de hecho, incluyen todas esas posibilidades.

¿Puede mejorar todavía más un día de escape room para los pequeños? Por supuesto que sí, si incluimos la opción de disfrazarse o de hacer otras actividades lúdicas al margen de la historia en sí del escape. Esa alternativa también está disponible hoy en día en muchas salas. En realidad, nosotros solo tenemos que escoger la que más guste a los niños. Todo lo demás, como suele decirse, viene bien servido.