¿Demasiado bueno para ser verdad? Tal vez lo sea

Conseguir financiamientos de manera inmediata, fácil y rápido de esos que se promocionan como préstamos rápidos con Asnef que muchas veces se venden ante el público como un servicio completamente gratuito es una idea que sin duda alguna termina atrayendo a un montón de personas que de alguna manera parecieran olvidar ese pequeño fragmento de sabiduría popular que dice que a veces cuando algo parece demasiado bueno para ser verdad, con frecuencia lo es.

Usualmente el objetivo de un financiamiento online para los usuarios es buscar la comodidad en todo sentido; sea por la conveniencia de su manera de obtención como unas muy convenientes tasas de interés. Es justamente por este motivo que tanto los bancos como los servicios financieros de todo tipo están volcando su atención a las novedosas opciones de mercadeo que ofrece el internet.

Promociones de bajas tasas suelen protagonizar este tipo de anuncios, sin embargo se ha vuelto también un caso recurrente que aquellos servicios que ofrecen tasas con 0% de interés suelen tener ocultas en sus letras pequeñas una serie de condiciones y tasas que terminan elevando el valor de las mismas por encima de lo convencional, llegando incluso a resultar más costosos a largo plazo que los préstamos tradicionales hasta con las tasas más elevadas permitidas dentro del marco legal que regula su funcionamiento.

En primer lugar tenemos que  tener en cuenta que la fuente primordial de ingresos de los servicios financieros suele venir de las tasas de interés presentes en sus servicios y de que hecho este es todo el punto en funcionar como prestamista o garante. Si bien es cierto que, en la mayoría de los casos es en efecto verdad que las cuotas a futuro suelen manejar bajísimos o nulos intereses, no debemos subestimar la  intención de monetización presentes en la entidad; si no va a monetizar su servicio a través de las tasas de interés, seguramente lo hará de otra manera.

Es por esto que, se recomienda encarecidamente a los usuarios prestar atención a los términos y condiciones de los servicios que contratan, debido a que es justamente en estos escritos que muchos usuarios suelen pasar por alto que se encuentran ocultos costos y tasas adicionales que pueden terminar encareciendo el servicio contratado bastante por encima de lo planteado inicialmente a través de altas tasas de apertura de cuentas de crédito, productos asociados a la misma como tarjetas de crédito que incluyen consigo seguros que el cliente no solicitó en primer lugar u otros subproductos asociados al servicio.