Las mascarillas de tela y sus ventajas

Lo que hace unos meses era impensable hoy es una realidad cotidiana: allá adonde vayamos, en grandes superficies y en tiendas más pequeñas, podemos encontrar mascarillas de tela reutilizables homologadas según los parámetros del Ministerio de Sanidad y, de manera más internacional, de la Organización Mundial de la Salud. La crisis del COVID-19 ha puesto de manifiesto la necesidad de que este elemento antes ajeno a nuestra cultura ahora se convierta en el más importante de todo nuestro vestuario, ya que está comprobado que la transmisión del virus se reduce de una manera asombrosa si todo el mundo lleva mascarillas de tela o desechables.

Las de tela, es decir, las reutilizables, presentan una serie de ventajas mucho mejores que las desechables. En primer lugar, son respetuosas con el medio ambiente. Una consecuencia terrible de la crisis actual es el hecho de que el uso de los plásticos ha aumentado a nivel global debido a la eficacia de este material para proteger de infecciones objetos y nuestras propias manos, tal es el caso de los guantes de plástico que ahora es obligatorio llevar en casi todos los supermercados. Sin embargo, al comprar mascarillas de tela estamos optando también por cuidar el planeta y el medio ambiente, ya que reutilizar no es tirar a la basura ni, por extensión, contaminar.

Por otro lado, desde el punto de vista de la salud mental las mascarillas de tela tienen otra ventaja que para algunas personas será superflua o frívola, pero para otras supone una ayuda psicológica importante. Estamos hablando del diseño. El mero hecho de poder llevar una mascarilla con telas estampadas que nos encanten, o de nuestros colores favoritos y combinables con el vestuario que llevamos cada día, ya nos ofrece el impulso necesario para cumplir con la normativa sanitaria actual.

También, con nuestra responsabilidad individual y colectiva como seres humanos conscientes de lo que podría suceder si somos descuidados. Porque lo que está claro es que la mascarilla, así como el virus, van a estar entre nosotros un tiempo. ¿Qué menos que llevar mascarillas sostenibles y estéticas para poder sobrellevar esta situación?