Consejos para abrir un local autogestionado
Los pasos que hay que seguir para abrir y gestionar un local autogestionado dependen del contexto, de los recursos de los que se disponga, del público objetivo y su potencial y del área geográfica. Para empezar, es importante entender a qué nos referimos con local autogestionado: en esencia un espacio, sea cafetería, sea pub, sea espacio de reuniones y conferencias, habilitado mediante los recursos aportados por personas y colectivos interesados, y no exactamente mediante los tradicionales alquileres a empresas inmobiliarias.
Es complicado desde el punto de vista económico, puesto que debemos contar con todas las aportaciones posibles, ya sean procedentes de los bolsillos de dichas personas o colectivos interesados, o de solicitudes de préstamos con Asnef online. También lo es desde la perspectiva logística y espacial. Encontrar un local que reúna las condiciones idóneas para la autogestión puede ser toda una odisea.
Normalmente son, o deberían ser, locales olvidados sin ningún tipo de interés estratégico presente o futuro para los dueños legales, ya que de esa manera podemos disponer de él de manera relativamente sencilla y sin posibilidad de pleitos.
Una vez que dispongamos del local, sería conveniente elaborar un fondo común basado en un documento presupuestario. Una cafetería autogestionada debe encargarse de pagar facturas de agua y luz, rehabilitar el espacio y los baños, pagar licencias de alcohol y de productos alimenticios, equipar las cocinas, adquirir mesas y sillas, etc.
En muchas de estas cuestiones, sobre todo en lo relativo al mobiliario, los mercados de segunda mano o rastros se convierten en poderosos aliados, pues podemos obtener piezas como mesas y sillas y llevar a cabo nosotros mismos una rehabilitación.
Sea cual sea nuestro fondo, ya provenga de personas o de préstamos rápidos, saber dónde y cómo encontrar recursos a bajo coste nos resultará muy útil. Por supuesto, la clave de la supervivencia de un local autogestionado a largo plazo consiste también en atraer al público adecuado y elaborar estrategias económicas para aumentar las arcas. Por ejemplo, cobrar a precios razonables la entrada a cualquier evento o habilitar una hucha de donaciones. Tiene futuro si se planifica bien su gestión.