La delicada cuestión de los niños durante los divorcios

Un divorcio es siempre una circunstancia muy complicada para las personas adultas implicadas. Sin embargo, nunca será tan dura para ellos y ellas como lo será para los niños pequeños y los adolescentes, en caso de haberlos. Si tuviéramos que poner una víctima principal en esta situación, al menos en el supuesto de un divorcio negociado y deseado por las dos partes, serían ellos, que están en medio y que dependen de resoluciones judiciales en lo que respecta a la custodia legal, total por parte de uno de los dos progenitores, o parcial si es compartida.

En cualquier caso, para los menores de edad un divorcio supone siempre un cambio no deseado en sus vidas, con todo lo que ello implica para su estabilidad emocional a corto y largo plazo. Por lo tanto, una responsabilidad capital de los padres, además de saber gestionar el asunto con cabeza y empatía, es saber contactar también con abogados que sepan resolver el conflicto de manera rápida e indolora. Sin ir más lejos, los abogados de divorcios de Salamanca pueden ofrecer a las dos partes de la pareja una resolución digna y justa teniendo en cuenta a los principales afectados: los hijos e hijas.

De igual manera, encontramos profesionales altamente cualificados en la cuestión delicada de los menores en procesos de separación en otras provincias de la comunidad puesta como ejemplo. Así, los abogados matrimonialistas de Zamora que realmente tengan conocimientos legales y herramientas jurídicas, pero que además sean personas humanas con un alto grado de comprensión y sensibilidad hacia las situaciones familiares diversas, deberían poder conseguir un acuerdo que haga el mejor daño posible a los adolescentes y a los niños, que por desgracia siempre lo pasarán mal con la situación en mayor o menor grado.

En la actualidad, con la pandemia del coronavirus aún vigente, es todavía más importante atender a las emociones y los sentimientos de los niños. Son los padres y las madres los principales responsables de evitar que sufran, lo que también incluye la elección sensata de abogados de Zamora, o de donde sea, que sepan lo que hacen.