¿Quieres comprar abono orgánico ecológico?
La primera vez que una persona toma la decisión de plantar una flor en casa, es normal que tenga dudas y muchas inseguridades. A fin de cuentas, no es como construir una mesa, estamos hablando de un ser vivo; y, como tal, es conveniente que, antes de dar el paso práctico que supone plantar la semilla, dediquemos un tiempo prudencial a aprender, estudiando los fundamentos de la jardinería general y la jardinería en casa, las características físicas de la especie elegida y sus necesidades más básicas, y, por supuesto, el clima del lugar en el que vivimos. En cuanto a este último punto, también debemos tener muy en cuenta el microclima de nuestra propia casa, ya que aspectos como la incidencia del sol, la humedad y la temperatura media influirán en el crecimiento.
Pero, sin duda, el abono orgánico ecológico adquirido y empleado también influirá en dicho crecimiento, tal vez más que casi todos los demás. Es muy importante centrarnos en este punto, ya que muchas personas novatas e impulsivos suelen pasar por alto el hecho de que no vale cualquier tierra para que la semilla germine de manera fructífera, es fundamental que sea tierra con nutrientes, y eso solo lo podemos encontrar en una tienda especializada. Si no sabemos nada de los fertilizantes ecológicos y sus usos específicos, sería interesante no solo leer sobre ellos o incluso preguntar a personas expertas, sino investigar a fondo y descubrir cuántos tipos existen.
Seguramente, cuando hagamos esto último, nos quedemos sorprendidos ante la gran tipología que hay, desde los fertilizantes más genéricos hasta los más especializados, por ejemplo los abonos de cannabis. Hay, por usar una analogía moderna, tantos como mascarillas de protección frente a la pandemia del coronavirus; y, si bien parece que dentro de poco las mascarillas van a dejar de ser obligatorias, sigue siendo recomendable comprar el fertilizante ideal para que nuestra planta, o nuestra flor, obtenga los nutrientes necesarios. Es decir, se alimente bien. Todo ello, combinado con la fotosíntesis diaria y la cantidad justa de agua para hidratarse, ni más ni menos, contribuirá a que esa semilla se convierta en algo hermoso.