¿Cómo ser una buena madre o un buen padre?

Entrar en cualquier nueva etapa de la vida es un reto incomparable, pero quizás la que más asusta es la paternidad. Dependiendo de cómo lo hagas, tus hijos crecerán saludables y felices.

No es fácil saber cómo educar hijos de una forma apropiada. Son niños a cargo de alguien que, probablemente, no tenga experiencia en el tema. A pesar de todo, siempre hay maneras de encargarse de este nuevo rol y ayudar a formar niños que se convertirán en adultos sanos y funcionales.

Ocuparse de sí mismo

Quizás suene extraño, pero la responsabilidad principal de cualquier padre o madre es estar bien. Es fundamental que el cuidador esté en buenas condiciones para proporcionar a sus hijos todo lo que necesitan.

Esto se traduce en trabajar y mantener buenos hábitos y la suficiente disciplina para tener un buen estado físico, mental y emocional. Por ello, hay que dedicar unas horas al día a trabajar en sí mismo, y procurar la buena salud a largo plazo. Por supuesto, no todos los días será posible completar actividades como realizar actividad física o dormir las horas necesarias, pero la idea es hacer lo mejor posible.

Tener una buena gestión emocional

Esto no significa controlarlas, sino aprender a redirigirlas de una manera esa. Es imprescindible para tener una buena comunicación, sobre todo con los demás habitantes de la casa y con los hijos. Además, será una buena manera de inspirar y ayudar a que los más pequeños estén en un entorno saludable para aprender ellos mismos a su ritmo.

Cabe aclarar que no todas las emociones son siempre agradables, como es el caso de la ira o la tristeza. Hay que permitir que estén presentes todas, y actuar de una manera moderada para solucionar la situación. Un ejemplo de esto es no estallar por la falta de sueño o no ceder ante la presión del día a día, sino hablar con los niños si están actuando mal y hacerles entender.

Estudiar

No todo se aprende en la universidad, y una de esas cosas es ser madre o padre. Sin embargo, sigue siendo necesario dedicar tiempo y esfuerzo a aprender cómo mejorar en este rol. Nadie nace sabiendo ser padre, incluso si hay personas a tu alrededor que te ayude.

Ahora es más sencillo dedicarse a este tipo de tareas porque hay más conciencia e interés sobre el tema. Incluso hay centros interesantes para aprender a hacerlo, lugares en donde otras personas acuden con el mismo objetivo de entender cómo asumir esta nueva etapa de forma sana.