La culpa no es de los bancos

Las personas tienden a echar la culpa de la situación financiera delicada a los bancos, cuando no es tan cierto como parece. Es innegable que sus productos financieros suelen ser desfavorables para la mayoría, pero la verdad es que nadie está obligado a adquirirlos.

De hecho, antes eran la única opción porque no había más entidades financieras a las que acudir para obtener algún tipo de financiación, pero la situación ha cambiado radicalmente en los últimos años. Ahora hay una mayor libertad para escoger ya que el mercado está lleno de productos financieros, y es deber del usuario buscar uno que le funcione.

El ejemplo perfecto de ello son las fintech que ofrecen soluciones financieras a todas las personas que solicitan sus productos. Antiguamente, era complicado conseguir una porque los requisitos de los bancos siempre han sido muy elevados, a tal punto que una buena parte de la población queda descartada.

El panorama ha cambiado, y así casi todos pueden acceder a estas soluciones con muy pocos requisitos. Los préstamos online requieren únicamente de un DNI, una cuenta bancaria su nombre y llenar un formulario por internet. Si bien existen otros con más requisitos, al menos los más básicos funcionan bien como sustituto de los créditos bancarios más pequeños.

Por otro lado está lo que hace el consumidor con el dinero que solicita. Habiendo conseguido una mejor oferta de créditos y a los que puede acceder en cualquier momento, el consumidor debe decidir qué va a hacer con ese monto. A partir de aquí depende única y exclusivamente de él.

La organización y una buena salud financiera es completamente necesaria antes de solicitar cualquier préstamo porque toda deuda es un riesgo, y una responsabilidad inmensa. El problema surge cuando las personas dejan de hacerse cargo de la deuda y comienzan a culpar directamente al ente que les dio el crédito.

Las condiciones de los bancos son duras, pero no así las de los créditos otorgados por nuevas fintech, o al menos no siempre. Entonces, no tiene sentido culpar a quién otorgó el crédito en vez de buscar soluciones viables y ponerlas en práctica para salir de la deuda.

Hoy día existen muchos métodos para salir de estas deudas, como son los créditos rápidos con asnef. Si bien son créditos, pueden ser lo que haga falta para frenar los intereses de otro tipo de deuda, o que signifique el dinero restante para empezar a producir en algún negocio.