La equitación y su abanico de posibilidades
A menudo nos preguntan, si no disponemos de carnet de conducir, por qué no nos sacamos uno y nos compramos un coche. Eso, o utilizamos el transporte público, sea metro o autobús, a diario. Eso nos demuestra hasta qué punto está ya el vehículo motorizado incrustado en el inconsciente colectivo; tanto, que se nos ha olvidado que, hace un siglo y medio aproximadamente, la gente se desplazaba en carruajes tirados por caballos, o por caballo mismo. Por supuesto, eso tenía sus desventajas, pero desplazarse con ayuda de un animal nos permitía estar más en contacto con la naturaleza, y eso es algo que hoy se ha perdido.
Al menos, en las esferas oficiales y funcionales, pero no así en el placer de llevar a cabo una actividad o practicar un deporte bonito, como es montar a caballo y la equitación respectivamente. De hecho, es relativamente sencillo encontrar en internet una tienda de equitación online para adquirir todo tipo de materiales, herramientas, equipo y vestuario para nosotros y para el animal que montemos, con lo cual se demuestra que, si bien la hípica no es un deporte mayoritario en nuestro país, sí que tiene un grupo relativamente amplio de fieles, tanto espectadores como practicantes.
Si nunca hemos disfrutado de una competición de hípica, este es el momento de probar a través de nuestra propia experiencia lo que se siente apuntándose a clases. Aunque la pandemia del coronavirus sigue su curso, es posible extremar las precauciones, tal vez incluso indagar en los diversos tipos de material de equitación que existe en internet mientras aguardamos tiempos mejores que nos permitan acudir presencialmente a las clases.
Internet es, de hecho, nuestra principal fuente de conocimiento más allá de las posibilidades de buscar una tienda de hípica online o varias de ellas. Podemos buscar vídeos de competiciones antiguas en YouTube, explorar los organismos oficiales que protegen e impulsan el deporte a nivel nacional o internacional, o conocer a los y las jinetes más conocidos, aprendiendo a través de su profesionalidad algunos conceptos básicos. Montar a caballo puede ser, por todo lo mencionado, una afición apasionante.