Las salvaescaleras y su esencial función en edificios
Aunque los pasos que el urbanismo está dando hacia la accesibilidad no son de gigante, si comparamos cómo está la situación ahora con cómo estamos hace unos años, realmente vemos la diferencia y los cambios positivos. Las peatonalizaciones amables con las personas sordas o ciegas, y los recursos en los interiores establecidos justo para las personas con movilidad reducida, son ejemplo de ello. Por supuesto, debemos ser críticos. Todo puede ser mejor. Para empezar, no todas esas herramientas de accesibilidad gozan actualmente de la misma consideración, y, si bien es cierto que hoy vemos rampas de acceso en todas partes, no todos los edificios disponen, por ejemplo, de sillas salvaescaleras. Parece que la concepción general es que, habiendo ascensor, no hace falta nada más. Pero nada más lejos de la realidad.
Los ascensores también son fundamentales, ya lo sabemos. Pero, por mucho que una persona con bastón o en silla de ruedas tenga preferencia de uso, lo cierto es que se trata de un instrumento mecánico instalado para uso de toda la población, con o sin problemas específicos de discapacidad. A ello hay que sumarle que siempre existe la posibilidad de que un ascensor se averíe, aunque solo sea durante un día. Si bien eso siempre es un inconveniente para todo el mundo, la población general dispone de la opción de usar las escaleras. No así una persona en silla de ruedas, que de repente se ve completamente incapacitada para hacer algo tan simple como acceder a su vivienda en un tercer o cuarto piso. Es por este tipo de situaciones, así como otras similares, que la presencia de salvaescaleras en cualquier tipo de edificio se torna fundamental.
Pero, claro, para instalar una, antes hay que hacer un esfuerzo de concienciación colectivo. Una comunidad de vecinos, por ejemplo, debe ser consciente de qué potenciales inquilinos necesitarán utilizar esas sillas a diario y por qué. A través de la empatía, será posible elaborar un plan de accesibilidad de interiores realmente efectivo que contemple todas las variables: desde los precios de salvaescaleras, hasta la utilidad del modelo elegido. Es importante que nuestra sociedad aprenda sobre accesibilidad.