Paneles solares para ahorrar energía

Cada vez con más frecuencia, oímos hablar de energías renovables como la única solución ética y sostenible posible para el futuro que nos espera. Un futuro, digámoslo claramente, alarmante. La pandemia del coronavirus hoy ocupa toda nuestra atención, pero el cambio climático sigue su curso imparable. El nivel del mar aumenta y las temperaturas son mayores cada año que pasa. Aquí y allá acontecen huracanes y desastres naturales en lugares que nunca antes los habían vivido, y que por lo tanto no están preparados para afrontarlos. Miles de personas empiezan a ser desplazadas y las costas corren especial peligro.

Así están las cosas y no son los ciudadanos, con sus hábitos e reciclaje, los principales responsables de parar esto, sino las grandes corporaciones. En el caso que nos ocupa, las multinacionales de consumo eléctrico y energético. Por ejemplo, las empresas de energía solar en Madrid. La capital es sin duda un claro ejemplo de desastre medioambiental, ya que se trata de la ciudad más contaminada de España y una de las más contaminadas de Europa. Cambiar los hábitos de consumo en esta urbe es, por lo tanto, esencial y debe hacerse ya. Por eso las mencionadas empresas solares, con sus posibilidades de instalar placas solares en Madrid, son tan importantes.

Las energías renovables son numerosas y no se limitan a la fuente solar. Podríamos mencionar, en áreas especialmente ventosas, la energía eólica; y en las zonas costeras, esas que corren un riesgo aún mayor que los territorios de interior, la energía hidráulica también puede marcar la diferencia. Pero es la energía solar en Madrid y en todas partes la que puede ser utilizada en igualdad de condiciones y con los mismos efectos positivos, ya que, aunque suene a explicación excesivamente lógica, el sol está en todas partes.

Por lo tanto, nos encontramos ante una fuente no solo inagotable de energía, sino en absoluto contaminante, que debería cambiar los paradigmas de consumo energético de nuestro país y de todo el mundo. En el caso de España, empezar por Madrid, de donde irradian buena parte de las influencias, es una excelente idea.