¿Por qué es importante la jardinería en casa?

Las noticias relacionadas con el cambio climático no son nada halagüeñas. Aunque en cierto modo todavía podamos revertir o mitigar el futuro inmediato que nos espera, lo cierto es que es muy complicado hacerlo si las grandes empresas, y en general la humanidad en su conjunto, siguen contaminando a diario. En esas circunstancias tal vez nos venza la desesperación y pensemos que nosotros, como individuos modestos sin poder para cambiar el mundo, poco podemos hacer. Pero, en realidad, cada pequeño gesto cuenta, ya que en el cúmulo de pequeños gestos está, o debería estar, la solución futura a la crisis climática que nos asola.

Dentro del limitado campo de acción en el que podemos actuar está la simple decisión de plantar flores y plantas en casa. Leer libros de jardinería, aprender sobre el tipo de abono orgánico ecológico que necesita cada especie de planta o de flor, aprender también por qué es conveniente evitar cualquier producto nutritivo para plantas que incluya pesticidas. También, y en la misma línea, adquirir en mercados locales verduras y frutas ecológicas, plantadas sin químicos y de forma respetuosa con el medio ambiente.

Es más, existe incluso la posibilidad de adquirir fertilizantes ecológicos para plantar, precisamente, nuestro huerto casero. Para ello necesitamos espacio, sea en un patio bien soleado o en una terraza amplia que no dé a zonas de sombra. Pero si lo tenemos, aunque solo sean uno o dos metros cuadrados de espacio, podremos controlar aunque sea un pequeño porcentaje de nuestra alimentación mediante una incipiente y pequeña cultura de subsistencia. Que es, por cierto, el modo de agricultura de las tribus indígenas de América y de África, por ejemplo, más preocupados que la cultura occidental por proteger el planeta y a todos los seres vivos que habitan en él.

En resumidas cuentas, con algo tan simple como una maceta, un recipiente para verter agua, ventanas amplias y abono ecológico, podemos aportar nuestro granito de arena a una situación que empeora cada año que pasa. Ahora que seguimos sobreviviendo a la pandemia, puede parecernos poco urgente, pero salvar el planeta nunca es menos importante.